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19 Nov
19Nov

Desafíos Pendientes y Escenarios de Riesgo: Reflexiones sobre la Normalización, la Cuestión Taiwanesa y las Implicaciones Globales

En el crisol geopolítico que define las relaciones entre Estados Unidos y China, la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrada el 17 de noviembre de 2023 en San Francisco, California, emergió como un hito clave. En medio de una atmósfera tensa, el tan esperado encuentro entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, marcó un intento por parte de Estados Unidos de mitigar las tensiones palpables entre ambas naciones.

La distancia entre Biden y Xi se había prolongado exactamente un año, desde la cumbre del G20 en Indonesia. La ruptura de los contactos militares entre Pekín y Washington en 2022, desencadenada por la visita no autorizada de Nancy Pelosi a Taiwán, estableció un telón de fondo tenso para este reencuentro.

La cumbre sirvió de marco para reanudar la interacción de alto nivel entre los ejércitos chino y estadounidense, así como las reuniones entre los Ministerios de Defensa y sesiones del mecanismo de consulta sobre seguridad militar en el mar. Sin embargo, la cuestión taiwanesa se mantiene en el epicentro de las discusiones, con un Biden pareciendo reafirmar  el compromiso de "una sola China" y un Xi manteniendo su retórica contra la ayuda militar estadounidense a la isla.

El encuentro chino-estadounidense desveló el deseo de Xi de que el país norteamericano levante las restricciones en el sector tecnológico chino, para tranquilidad de los empresarios asiáticos inquietos por la disminución de las inversiones extranjeras. El líder chino subrayó la diversidad entre ambas naciones, abogando por la coexistencia pacífica basada en el respeto mutuo.

La reunión cara a cara entre los mandatarios evidencia la voluntad de suavizar contradicciones aparentemente insuperables, aunque las relaciones chino-estadounidenses aún no se han restablecido por completo. Las esperanzas de Washington de presionar a Moscú y Teherán a través de Pekín parecen ilusorias.

Entre ambas potencias existe una interdependencia económica con un volumen comercial de 760.000 millones de dólares que representa, aproximadamente, el 12% del comercio exterior chino. Sin embargo, es de prever que el juego de fuerzas persistirá, ya que las posiciones clave trazadas en 2011 entre Hu Jintao y Barack Obama permanecen inalteradas. ¿Llegará el día en que la cuestión taiwanesa se resuelva pacíficamente?

La cumbre de APEC parece estabilizar las relaciones entre Estados Unidos y China, pero la complejidad y la persistencia de desafíos indican que la normalización completa aún está pendiente en el horizonte geopolítico.

Interdependencia económica entre Estados Unidos y China

Escenarios de un ataque de China a Taiwán

Invasión

Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en caso de una invasión china a Taiwán, Estados Unidos intervendría militarmente. Aunque Pekín fracasaría en su intento de tomar el control de la isla, la intervención norteamericana tendría un alto costo, con la pérdida de decenas de destructores y dos portaaviones, además de cientos de aviones y miles de vidas humanas.

Guerra mundial

Algunos expertos advierten que un ataque de China a Taiwán podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial entre China y Estados Unidos. Este conflicto no solo sería regional, sino que involucraría a múltiples y poderosos actores de la geopolítica global.

Pesadilla para Estados Unidos

Existen dos escenarios de pesadilla para Estados Unidos. El primero es que Taiwán sucumba ante una invasión del Ejército Popular de Liberación de China sin intervención armada de Estados Unidos. El segundo escenario describe una Taiwán asaltada y ocupada por Pekín pese a la participación tardía de Estados Unidos y sus aliados regionales.

Tensión creciente

El ministro de Defensa de Taiwán ha advertido que China tendrá la capacidad de lanzar una invasión sobre la isla para 2025.

De cualquier modo, las consecuencias de un ataque chino a la isla de Taiwán sería militar, económica y socialmente costoso, tanto para las partes involucradas directa o indirectamente como para el mundo.  

Situación actual del mundo

Hoy, la situación actual del mundo es compleja y presenta múltiples desafíos. Se viven al mismo tiempo las guerras de Rusia-Ucrania, e Israel-Palestina. ¿El mundo puede aguantar una tercera guerra sumada a las ya existentes? 

Recesión económica, inflación y crisis energética están afectando la seguridad alimentaria, la cadena de suministro y el desarrollo sostenible. Según el Banco Mundial, el crecimiento se ha desacelerado al 1,7% durante 2023.

Las tensiones geopolíticas y la competición global han conllevado a la descomposición de los sistemas de seguridad y gobernanza internacional aumentando el riesgo de conflictos armados y crisis humanitarias.

El mundo es presa de la discriminación. El racismo, la homofobia, el machismo y la pobreza han generado violencia, desigualdad y exclusión social.

La crisis climática es un desafío global que requiere una respuesta colectiva y coordinada. Una tercera guerra podría tener consecuencias devastadoras y agravar aún más los problemas existentes.

Una sola China

La cuestión de si Taiwán debería “regresar” a China es un tema altamente sensible y complejo que involucra una serie de factores históricos, políticos, económicos y culturales.

Muchos taiwaneses valoran su democracia y desean mantener su autonomía. Según una encuesta de 2020 del Centro de Investigación de Elecciones y Gobernanza de Taiwán, casi el 60% de los encuestados se identificaron como “taiwaneses” en lugar de “chinos” o “taiwaneses-chinos”.

Un cambio en el statu quo de Taiwán podría tener implicaciones significativas para la seguridad regional y global, y podría desencadenar conflictos militares, como ya se mencionó anteriormente.

Taiwán es una economía importante con una fuerte presencia en industrias clave como la tecnología. Un cambio en su statu quo podría tener implicaciones económicas significativas.

Algunos observadores han expresado preocupaciones sobre los derechos humanos y las libertades civiles en caso de una reunificación con China.

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Es importante destacar que cualquier decisión sobre el futuro de Taiwán debe tener en cuenta la voluntad del pueblo taiwanés y debe considerar la vía pacífica en consonancia con las normas y principios internacionales.

Las complejidades y desafíos persistentes sugieren que las diferencias fundamentales trazadas en 2011 no han cambiado significativamente. Lo cierto es que la situación mundial actual, marcada por conflictos en Ucrania, Medio Oriente y desafíos económicos, plantea la pregunta crucial de si el mundo puede soportar una tercera guerra, exacerbando aún más los problemas existentes.

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