México avanza hacia una reforma histórica en pensiones
Voces divergentes sobre el Fondo de Pensiones para el Bienestar
En un acontecimiento histórico para México, la Cámara de Diputados aprobó la reforma que da origen al Fondo de Pensiones para el Bienestar (FPB). Esta medida, celebrada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, representa un cambio significativo en la política de pensiones del país y busca corregir lo que se considera un agravio de la ley de 1997.
La reforma fue aprobada con 252 votos a favor y 212 en contra. Ahora será remitida al Senado para su consideración final. El nuevo fondo tiene como objetivo principal garantizar que todos los trabajadores, incluidos aquellos en la economía informal o con empleos precarios, tengan acceso a una pensión digna al jubilarse a los 65 años.
El FPB se financiará en parte por la transferencia de cuentas inactivas del sistema Afore, con fondos que ascienden a más de 40 mil millones de pesos; ahorros no reclamados que ahora se destinarán a complementar las pensiones de los trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE.
La reforma ha generado un amplio debate, con opiniones divididas sobre su constitucionalidad y las implicaciones financieras a largo plazo. Sin embargo, el presidente López Obrador ha enfatizado que la medida es crucial para “corregir un daño causado en el periodo neoliberal” y beneficiar a millones de trabajadores mexicanos.
Con la aprobación de esta reforma, México se embarca en un nuevo capítulo de su historia social, buscando asegurar un futuro más estable y justo para sus ciudadanos en la vejez.
Las opiniones
Las opiniones de los expertos sobre el FPB son variadas y reflejan diferentes perspectivas:
A favor: Algunos expertos consideran que la reforma podría ser beneficiosa si se establecen las reglas adecuadas. Ven la medida como una forma de corregir desigualdades y asegurar que los trabajadores reciban una pensión digna.
Preocupaciones: Otros expertos y organismos han expresado su preocupación sobre la viabilidad a largo plazo del fondo y las implicaciones financieras. La Asociación Mexicana de Afores (Amafore) ha señalado que la iniciativa no es una expropiación, sino una formalización de transferencias que ya se venían realizando.
Críticas: También hay críticas que apuntan a que la reforma podría ir en contra de la naturaleza del sistema de pensiones actual, que contempla cuentas individuales y derechos de propiedad sobre las mismas.
El presidente López Obrador defiende la reforma, rechazando las acusaciones de que se pretenden expropiar los fondos de las Afores, asegurando que el objetivo es beneficiar a los trabajadores sin afectar sus ahorros personales.
La propuesta utilizará los fondos de las cuentas inactivas de los trabajadores mayores de 70 años de edad. Según el coordinador parlamentario de Morena, Ignacio Mier, la reforma beneficiará a más de 45 millones de adultos mayores al garantizarles una pensión mínima de al menos $16,400.
Algunos críticos ven la reforma como un abuso de autoridad y una modificación a leyes existentes. Consideran que la totalidad de los fondos para el retiro, que ascienden a más de 6 billones de pesos, no deberían ser utilizados de esta manera.
La reforma pretende garantizar una pensión digna del 100% del último salario para los trabajadores del IMSS y del ISSSTE que cumplan con los requisitos, se retiren después de la aprobación de la reforma y la creación del fondo.
La garantía de una pensión igual al último salario solo aplicaría para aquellos trabajadores que ganen menos del salario promedio de cotización en el IMSS, que es de $16,777.78 pesos al mes.
La reforma aún debe ser aprobada por el Senado de la República, y hasta el momento no se ha discutido por el Poder Legislativo el posible monto que recibirán los pensionados.