En 1995, Carl Sagan advirtió sobre un futuro en el que la tecnología dominaría la sociedad, pero la capacidad crítica y racional de las personas disminuiría. Hoy, en 2024, reflexionamos sobre si esa visión distópica se ha hecho realidad. Analizamos cómo la economía ha evolucionado hacia los servicios y la tecnología, la creciente concentración del poder en manos de pocas corporaciones, la pérdida de pensamiento crítico ante el auge de la desinformación, y el resurgimiento de creencias pseudocientíficas. ¿Estamos realmente viviendo en el mundo que Sagan temía?
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