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13 Dec
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El presidente ruso anuncia su candidatura en un contexto geopolítico tenso y de desafíos internos

El presidente ruso Vladimir Putin anunció que se presentará a las elecciones presidenciales de 2024, buscando extender su permanencia en el poder hasta 2030. Si gana, sería su quinto mandato como presidente, después de haber ocupado el cargo desde el 2000, con un breve intervalo como primer ministro entre los años 2008 y 2012.

La decisión de Putin no sorprende a muchos observadores, ya que el líder ruso ha consolidado su control sobre el país y ha enfrentado poca oposición interna. En 2020, Putin impulsó una reforma constitucional que le permitió eludir el límite de dos mandatos consecutivos y postularse de nuevo. La reforma fue aprobada en un referéndum cuestionado por denuncias de fraude y manipulación.

La candidatura de Putin se produce en un momento de crecientes tensiones geopolíticas entre Rusia y Occidente, así como de desafíos internos como la pandemia de COVID-19, la crisis económica, las protestas sociales y la represión política. Putin ha adoptado una postura desafiante ante las críticas y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, acusándolos de interferir en los asuntos internos de Rusia y de socavar su seguridad y soberanía.

Vladimir Putin por la reelección en 2024


El anuncio

El presidente ruso Vladimir Putin anunció, el domingo 8 de diciembre de 2023123, un día después de que el Senado ruso fijara la fecha de las elecciones presidenciales para el 17 de marzo de 2024; que buscará reelegirse. El anuncio fue durante una ceremonia de condecoración de militares en el Día del Héroe de la Patria. Si gana, sería su quinto mandato y podría permanecer en el poder hasta 2030.

Entre los temas más espinosos que enfrenta el líder ruso se encuentran la anexión de Crimea en 2014, el apoyo de Moscú al régimen sirio de Bashar al-Assad, la controvertida injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, el presunto envenenamiento y posterior encarcelamiento del líder opositor Alexei Navalny, la Operación Especial en la frontera con Ucrania y el reciente ciberataque a la red de oleoductos de Estados Unidos.


El caso Navalni

El líder opositor ruso Alexéi Navalni ha sido una figura prominente en la política de Rusia, conocido por su firme oposición al presidente Vladímir Putin. Navalni ha enfrentado varios desafíos legales y personales, incluyendo un envenenamiento que casi le cuesta la vida. Actualmente, su paradero es incierto tras su presunto traslado a otra prisión, y hay preocupaciones internacionales sobre su bienestar y seguridad.

Putin ha defendido su política exterior como una respuesta a las amenazas y provocaciones de Occidente y ha afirmado que Rusia es una potencia soberana con intereses nacionales y regionales. El presidente ruso ha buscado fortalecer sus alianzas con China, Irán, Turquía y Venezuela, así como ampliar su influencia en África, Oriente Medio y América Latina.

Los analistas coinciden en que Putin tiene pocas posibilidades de perder las elecciones de 2024, dada su popularidad entre la mayoría de los rusos, el dominio de los medios de comunicación y su control de las instituciones electorales. Sin embargo, también advierten que Putin se enfrenta a una creciente insatisfacción y descontento entre algunos sectores de la sociedad, especialmente los jóvenes, los urbanos y los educados, que reclaman más libertad, democracia y derechos humanos.

Así, el futuro de Rusia y su papel en el escenario mundial dependen en gran medida de la capacidad de Putin para mantener su legitimidad y liderazgo, así como de su disposición a dialogar y cooperar con adversarios y aliados.

Impacto de una posible reelección

La reelección de Putin en 2024 tendría un impacto significativo en el mundo, tanto en el ámbito político como en el económico, social y ambiental. Si vuelve a ser presidente, algunos analistas prevén un aumento de las tensiones geopolíticas entre Rusia y Occidente, especialmente en lo que respecta a Ucrania, Siria, Irán y el ciberespacio. El ex contra espía de la KGB ha demostrado su disposición a usar la fuerza militar y la influencia política para defender sus intereses y desafiar a sus adversarios.


El ex agente del KGB

Vladimir Putin trabajó para la KGB, el servicio de inteligencia y policía secreta de la Unión Soviética. Ingresó en 1975, después de graduarse de la Universidad Estatal de Leningrado. Entre 1985 y 1990, fue destinado como agente en Dresde, en la Alemania Oriental, donde se encargaba de reunir información, procesarla, transmitirla a la central y reclutar espías.

Putin también participó en labores de contraespionaje y defensa de las oficinas del KGB durante las protestas que siguieron a la caída del muro de Berlín. Regresó a la URSS en 1990, y continuó trabajando para el KGB hasta 1991, cuando renunció con el grado de teniente coronel. 

El trabajo en el KGB marcó la carrera y la personalidad de Putin, quien ha demostrado su habilidad para el espionaje, la manipulación y el uso de la fuerza.


Por otro lado, Rusia y China podrán incrementar su cooperación, Putin y el presidente chino Xi Jinping comparten una visión autoritaria y una oposición al orden mundial hasta ahora liderado por Estados Unidos. Ambos han fortalecido lazos económicos, militares y diplomáticos en los últimos años y podrían formar un bloque más unido frente a los desafíos globales.

La influencia rusa buscará expandirse más en otras regiones del mundo como África, Oriente Medio y América Latina a través de la mediación, como socio o proveedor de armas. El Kremlin intenta aprovechar el vacío que va dejando Estados Unidos y la Unión Europea en algunos países y conflictos.

La opinión en el contexto global

Los líderes mundiales tienen opiniones diversas sobre Putin, dependiendo de sus intereses, valores y alianzas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado a Putin de “asesino” y de “amenaza” para la seguridad global, y ha impuesto sanciones a Rusia por sus acciones en Ucrania, Siria y el ciberespacio.

Xi Jinping, el presidente chino, elogia a su homólogo ruso como un “amigo cercano” y un “socio estratégico”. Ha fortalecido sus lazos económicos, militares y diplomáticos con Rusia, compartiendo su visión y oponiéndose al orden mundial unipolar estadounidense.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, condena la “invasión” rusa sobre Ucrania.  Acusa a Moscú de “usar la fuerza” para cambiar el orden mundial establecido. Su Gobierno  amenaza con responder a esta acción con “medidas coordinadas” con la comunidad internacional.

En el Reino Unido, el ex primer ministro Boris Johnson, llegó a burlarse de Putin por sus fotos sin camisa, sugiriendo que el cinturón negro octavo dan en Judo, no hubiera invadido Ucrania si hubiera sido mujer, aludiendo a la supuesta masculinidad del líder ruso.

Vladimir Putin, blanco de críticas a su físico

Vladimir Putin: Aficionado y practicante de artes marciales

Putin ha practicado las artes marciales desde su juventud y ha obtenido varios grados en diferentes disciplinas. Según sus propias declaraciones, comenzó a practicar el sambo y el judo a los 14 años de edad, y se convirtió en maestro del deporte en ambas modalidades.

El sambo es un arte marcial ruso que combina técnicas de lucha, golpes y defensa personal. El judo es japonés; se basa en proyecciones, inmovilizaciones y estrangulaciones.

Putin es cinturón negro de octavo dan en judo, ha participado en varias competiciones y exhibiciones de este deporte. Además, ha recibido grados honoríficos en otras artes marciales, como el karate y el taekwondo. 

En 2014, una organización internacional de karate le otorgó el cinturón negro de octavo dan por promover el deporte en Rusia. En 2015, la Federación Mundial de Taekwondo le concedió el noveno dan honorífico por su contribución al desarrollo del arte marcial en el mundo.

Así, Vladimir Putin es un gran aficionado y practicante de las artes marciales, que considera  una forma de disciplina, respeto y filosofía de vida. Ha demostrado su habilidad y su pasión por el combate en varias ocasiones, y ha apoyado el fomento de las artes de defensa personal en Rusia y en otros países.


Perspectiva de la UE sobre Putin

La Unión Europea tiene una opinión crítica y preocupada sobre Putin, especialmente después de su invasión a Ucrania en 2024. La Unión condena la violación del derecho internacional y las pretenciones rusas sobre Ucrania, por lo que ha impuesto sanciones económicas y diplomáticas a la Federación.

La UE también ha expresado su solidaridad y apoyo a Ucrania reforzando su defensa y seguridad. Reconoce la necesidad de mantener el diálogo y una cooperación con Rusia en algunos ámbitos de interés mutuo, como el cambio climático, la energía, el desarme y la lucha contra el terrorismo. La Unión ha instado a Putin a respetar el orden internacional y los derechos humanos, así como a buscar una solución pacífica y negociada al conflicto ucraniano.

La compleja y ambivalente Alemania

El papel de Alemania en las relaciones con Rusia es complejo y ambivalente. Por un lado, es el principal socio comercial y energético de Rusia en Europa, y tiene una larga historia de cooperación y diálogo con Moscú. Por otro lado, Alemania es un miembro clave de la Unión Europea y la OTAN, y ha criticado y sancionado a Rusia por sus violaciones del derecho internacional y los derechos humanos en Ucrania, Siria, el ciberespacio y otros escenarios.

Alemania se ha visto involucrada en varios conflictos y negociaciones con Rusia, como el gasoducto Nord Stream 2, que ha generado controversia y oposición entre algunos países europeos y Estados Unidos; el caso Navalny, que provocó una crisis diplomática y la expulsión de diplomáticos de ambos países; y el proceso de Minsk, que busca una solución pacífica al conflicto en el este de Ucrania, con la participación de Francia, Ucrania y Rusia.

Alemania ha intentado mantener un equilibrio entre sus intereses económicos y estratégicos con Rusia, y sus valores y compromisos con sus aliados occidentales. Sin embargo, este equilibrio se ha visto amenazado por la supuesta agresividad y hostilidad de Rusia hacia Europa y el orden internacional. 

El futuro de las relaciones germano-rusas dependerá en gran medida de la evolución de la situación en Ucrania, la política energética europea, el diálogo sobre el cambio climático y el desarme, y la actitud de los nuevos líderes políticos de ambos países.

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En un momento crucial para Rusia y el escenario internacional, la decisión de Vladimir Putin de postularse para un quinto mandato presidencial en 2024 plantea interrogantes sobre el futuro del país y su papel en el mundo. 

Mientras enfrenta tensiones geopolíticas, crisis internas y desafíos diversos, la reelección de Putin podría tener un impacto significativo en la política global, desde el fortalecimiento de la cooperación con China hasta la creciente preocupación de la Unión Europea. 

La habilidad del líder ruso para mantener la estabilidad interna y dialogar con adversarios y aliados determinará el rumbo de Rusia en los próximos años, influyendo en ámbitos políticos, económicos y sociales a nivel mundial. 

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