Javier Milei, el presidente que rompe el bipartidismo en Argentina
El 19 de noviembre de 2023, Argentina vivió una jornada histórica. Por primera vez en 40 años, un candidato que no pertenece al peronismo ni al radicalismo se alzó con la victoria en las elecciones presidenciales. Se trata de Javier Milei, el economista y político de orientación libertaria y anarco-capitalista, que obtuvo el 55,95% de los votos, superando por 12 puntos porcentuales a su más cercano contendiente, el ministro de Economía, Sergio Massa, que representaba a la coalición oficialista peronista-kirchnerista, Unión por la Patria.
Milei, de 53 años, se ha convertido en un fenómeno político en Argentina en los últimos años, gracias a su discurso rupturista, polémico y carismático, que ha conectado con los sectores más jóvenes y descontentos con el actual estado de cosas en el país. Sus propuestas, algunas de ellas calificadas como "radicales y excéntricas" por muchos analistas, incluyen dolarizar la economía, cerrar el Banco Central, reducir drásticamente el tamaño del Estado, privatizar las empresas públicas, permitir la compraventa de armas y órganos, y oponerse a la legalización del aborto y a la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas.
Milei se define como un defensor de la libertad individual, el libre mercado y el orden espontáneo. También se declara admirador de figuras como Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, Ayn Rand y Murray Rothbard, referentes del pensamiento libertario y anarco-capitalista. Su triunfo electoral ha sido apoyado por personalidades como el expresidente Mauricio Macri, la candidata a presidente Patricia Bullrich, el músico británico Robbie Williams y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Sin embargo, su elección también ha generado reacciones encontradas en el ámbito nacional e internacional. Por un lado, ha sido criticado y cuestionado por sectores como el kirchnerismo, el peronismo, el progresismo, el feminismo, el ambientalismo y el movimiento de derechos humanos, que lo consideran una amenaza para la democracia, la justicia social y la paz . Por otro lado, ha tenido dificultades para negociar con los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas, que le exigen el cumplimiento de los compromisos adquiridos por Argentina en materia de deuda, derechos humanos y medio ambiente.
Asimismo, su elección tiene implicaciones geopolíticas que podrían alterar el equilibrio de poder y la dinámica de cooperación y conflicto en la región y en el mundo. Por un lado, Milei podría encontrar aliados en países como Uruguay, Paraguay, Colombia y Chile, que tienen gobiernos de centro-derecha o derecha, y que comparten su visión de promover el libre mercado, la libertad individual y el orden espontáneo.
Por otro lado, Milei podría enfrentar el rechazo o la hostilidad de países como Brasil, Bolivia, Venezuela, Cuba y Nicaragua, que tienen gobiernos de izquierda o populistas, y que se oponen a su ideología libertaria y anarco-capitalista.
Milei ha prometido que su gobierno será una "revolución libertaria" que devolverá a Argentina a un lugar prominente en la esfera internacional, y que pondrá fin a la "casta política parasitaria y corrupta" que ha gobernado el país durante décadas. Sin embargo, también ha reconocido que su proyecto no será fácil de implementar, y que requerirá de un gran consenso y participación ciudadana. "No vine a guiar corderos, vine a despertar leones", ha dicho en varias ocasiones. ¿Podrá cumplir con sus promesas? ¿Qué consecuencias tendrá su gestión para Argentina y para el mundo? Solo el tiempo lo dirá.
Algunos datos de interés
El porcentaje de participación electoral fue del 76,4%, lo que significa que votaron más de 30 millones de ciudadanos de un padrón de casi 40 millones.
Algunos analistas lo consideran como un globalista neoliberal, pero él se rechaza esa etiqueta y se define como un libertario y anarco-capitalista.
Su partido, La Libertad Avanza, no ganó ninguna gobernación ni alcaldía, y solo obtuvo 38 de 257 diputados y 8 de 72 senadores, lo que lo deja en minoría en el Congreso.
Heredará una deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y una inflación que en el último año fue de 143% .