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23 Oct
23Oct

Una Crónica de Indiferencia Diplomática en un Mundo Marcado por el Sufrimiento 

Cuando el mundo se esfuerza para apagar el fuego y ayudar a alcanzar la paz en Gaza, Washington desbarató de nuevo esos esfuerzos globales vetando este miércoles un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide una tregua humanitaria en Gaza.

Siendo uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, EE. UU. ha abusado de su derecho a vetar una resolución que tenía un amplio apoyo entre los países que integran el organismo, lo cual es desconcertante y decepcionante dado que el actual desastre humanitario se está extendiendo en Gaza.

El mundo tiene toda la razón en dudar sobre la sinceridad de Washington para solucionar el conflicto y aliviar la tragedia humanitaria en Gaza.

Un alto el fuego en Gaza, para frenar el desastre que se está produciendo, es la principal prioridad para la comunidad internacional. Pero dando el único veto a la resolución que pudo haber facilitado un alto el fuego y la ayuda humanitaria, EE. UU. ha demostrado que el país prioriza sus propios cálculos geopolíticos y estratégicos sobre salvar vidas e impulsar un cese de las hostilidades.

Contrariamente a las recientes declaraciones del presidente de EE. UU., Joe Biden, de que "el liderazgo estadounidense es lo que mantiene al mundo unido", el país norteamericano, irónicamente, está bloqueando los esfuerzos globales para acercar posturas y alcanzar un entendimiento común con el veto al borrador de resolución.

De hecho, Washington ha socavado con frecuencia el proceso de paz en Medio Oriente. El expresidente de EE. UU., Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, y trasladó la embajada de EE. UU. en Israel hasta Jerusalén, contra la práctica internacional, provocando una reacción furiosa del mundo árabe y plantando una nueva bomba de relojería.

Ahora que las llamas de la guerra se extienden y sufren los civiles inocentes, EE. UU. viene a bloquear la resolución que pudo haber traído esperanza a la región.

Justo como ha señalado un reportaje de Al Yaziera, tras décadas de caros errores estadounidenses en Medio Oriente, tanto estratégicos como diplomáticos, además de perder guerras y fracasar en sus intentos de paz, EE. UU. parece adicto al caos en Medio Oriente.

Seguro que la cuestión palestino-israelí es compleja e imposible de resolver en un corto periodo de tiempo. Sin embargo, es factible alcanzar un alto el fuego inmediato e integral para la confrontación actual entre palestinos e israelíes.

EE. UU. debería jugar un papel constructivo en lugar de echar más leña al fuego.

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