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12 Oct
12Oct

Brais Capillas

La India busca convertirse en potencia manufacturera y ganarle a China en el ámbito económico global.

“El gigante del Sur asiático” se encuentra en una posición geográfica estratégica, con acceso a los mercados de Oriente Medio, África y Europa. Esta ubicación le permite  establecer rutas comerciales eficientes y rentables. Además, ha estado trabajando para fortalecer sus relaciones diplomáticas con varios países, lo que podría facilitar acuerdos comerciales favorables.

La India tiene uno de los mercados internos más grandes del mundo, con una población de más de 1,300 millones de personas. Su vasto mercado le ofrece una gran demanda de bienes manufacturados. La creciente clase media hindú está dispuesta a gastar más en bienes de consumo, lo que podría impulsar aún más la industria del país.

Para convertirse en una potencia manufacturera, la Civilización del Valle del Indo ha estado invirtiendo en infraestructura, educación y tecnología. El gobierno ha lanzado varias iniciativas para atraer inversiones extranjeras directas en el sector, incluyendo políticas favorables para las empresas, como reducciones fiscales y facilidades para hacer negocios.

Por su parte, China ha sido durante mucho tiempo la fábrica del mundo, pero las tensiones comerciales recientes con los Estados Unidos y otros países han llevado a algunas empresas a buscar alternativas. La India espera ser esa alternativa; sin embargo, todavía tiene desafíos que superar, incluyendo la mejora de su infraestructura y la reducción de la burocracia.

Políticas de Inversión hacia la Modernización

El gobierno hindú ha implementado varias iniciativas para atraer inversiones extranjeras directas (IED) en el sector manufacturero para apuntalar su economía. Esta política se ha actualizado y consolidado para reflejar los cambios de las condiciones del mercado y las necesidades del país.

Para ello, cuenta con dos vías: la Ruta Automática y la Ruta del Gobierno. Bajo la Ruta Automática, los inversores no residentes o las empresas indias no requieren ninguna aprobación del gobierno; en tanto que, mediante la Ruta del Gobierno, se requiere la aprobación de las autoridades antes de la inversión.

El gigante del Sur asiático ha mejorado el clima de inversión y ahora forma parte del club de los 100 mejores en Facilidad para hacer negocios. Esto se atribuye en gran parte a la flexibilización de las normas de IED en todos los sectores de la economía y al ofrecimiento de incentivos fiscales al sector manufacturero.

Las iniciativas han resultado en un aumento constante en las entradas de IED por el orden de los 76 mil 30 millones de dólares de abril a marzo de 2021, lo que representa un incremento de 19% en comparación con el periodo 2019-2020.

Cultura, Burocracia e Infraestructura en el Mercado Hindú

Varios sectores de la economía hindú están abiertos a las inversiones extranjeras directas; entre ellos: infraestructura, energías renovables, telecomunicaciones, defensa, biotecnología, automotriz, turismo, componentes electrónicos, autopartes, equipo de generación y distribución de energía eléctrica, industria básica del hierro y del acero, y camiones y maquinaria pesada.

Según un informe de White & Case, una firma multinacional de derecho corporativo, “la competencia por las mejores oportunidades ya es feroz, y sólo se intensificará a medida que el clima de negocios mejore”.

Comparado con otros países, India ofrece varias ventajas únicas como uno de los mercados más grandes del mundo de bienes y servicios. Un crecimiento económico impresionante en los últimos años. Se prevé que su Producto Interno Bruto crecerá a un promedio anual de 4.9% entre 2017 y 2050.

Entre su enorme población se cuenta con una gran cantidad de trabajadores calificados que  hablan el idioma inglés. Sin embargo, también hay desafíos que los inversores deben tener en cuenta, como la necesidad de mejorar la infraestructura y reducir la burocracia. A pesar de estos desafíos, muchos expertos consideran que India es uno de los mercados emergentes más prometedores del mundo.

Otros desafíos que deben enfrentar los inversionistas extranjeros son:
Diversidad culturalLa India tiene una gran diversidad social y cultural, lo que significa que no existe una estrategia única para ingresar a su mercado. Los inversores deben conocer las diferentes segmentaciones, aspiraciones y consumos que cada localidad y segmento social.


Burocracia

Las negociaciones con las empresas indias pueden llevar más tiempo e informalidad que en otros países. La burocracia existente en torno a las diferentes compañías del país es uno de los principales problemas.


Infraestructura

La India tiene una red de carreteras pobre y en un estado que impide la conexión directa entre las zonas rurales y las grandes ciudades, lo que provoca un aumento de las desigualdades e impide el crecimiento horizontal de la población.


Restricciones a la IED

Aunque la política de la IED se ha liberado progresivamente, continúa restringiéndose el patrocinio de visados para trabajadores extranjeros en la India y el seguro de los activos por parte de las aseguradoras.


En India, hacer negocios consiste más en generar relaciones que en presentar cifras y resultados. Los extranjeros pueden tardar en adaptarse a la cultura policronica, por lo que es importante familiarizarse con el destino antes de viajar. Estos desafíos pueden variar dependiendo del sector y la naturaleza de la inversión. Es importante que los empresarios  investiguen exhaustivamente y que busquen asesoramiento local antes de invertir.


En el complejo tejido de la geopolítica económica, la India emerge como una fuerza manufacturera y diplomática de relevancia global. Con su vasto mercado interno, políticas de inversión audaces y un enfoque en el fortalecimiento de las relaciones internacionales. El gigante del Sur Asiático se enfrenta a desafíos mientras busca eclipsar a sus competidores regionales. 

A medida que la India navega por la diversidad cultural, la burocracia y las limitaciones de su infraestructura, también presenta oportunidades emocionantes para los inversores audaces y las empresas que buscan expandir sus horizontes. En este viaje hacia la modernización económica, la Civilización del Valle del Indo demuestra no sólo su determinación para prosperar sino también su capacidad para establecerse como un actor clave en el escenario global, prometiendo un futuro dinámico y transformador en la arena geopolítica mundial.

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