La migración infantil en México representa un fenómeno complejo, donde los menores se ven afectados por una amalgama de factores económicos y políticos que influyen directamente en su bienestar y derechos fundamentales. Según datos recientes, el número de niños y adolescentes en situación migratoria irregular en México ha aumentado significativamente un 59% de enero a agosto de 2023 comparado con el mismo periodo del año anterior. Este incremento pone de manifiesto la urgencia de abordar las políticas migratorias desde una perspectiva que priorice los derechos humanos de los menores.
Las políticas migratorias actuales, tanto a nivel nacional como internacional, deben ser revisadas y adaptadas para garantizar la protección integral de los niños migrantes. La política migratoria del Gobierno de México, por ejemplo, se ha centrado en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas migrantes, con un enfoque particular en el desarrollo social y económico como sustento material de la movilidad de las personas. Sin embargo, la realidad en el terreno a menudo contrasta con estos principios, ya que muchos niños migrantes siguen enfrentando detenciones, exposición al crimen organizado, violencia, discriminación y falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación.
La situación de los niños migrantes en México es aún más preocupante cuando consideramos que son los más vulnerables a ser víctimas de violencia, trata de personas y abuso sexual, lo que requiere una atención y ayuda humanitaria prioritaria. La UNICEF ha señalado que la violencia, la pobreza y el acceso limitado a servicios sociales y a una educación de calidad son factores que afectan la vida de niños y adolescentes de Latinoamérica, en particular de México y algunos países de Centroamérica, obligándolos a tomar la difícil decisión de dejar sus lugares de origen.
Es imperativo que las políticas migratorias se enfoquen en atender las causas estructurales de la migración y promover el desarrollo sostenible desde una visión humanitaria. Además, es crucial que se establezcan mecanismos efectivos para la identificación de las necesidades de los niños migrantes y se fortalezca la cooperación internacional para garantizar su protección y el cumplimiento de sus derechos.
Los datos estadísticos actuales y las investigaciones sobre la migración infantil en México revelan una realidad desafiante que requiere una respuesta política, social inmediata y efectiva. Las políticas migratorias deben ser diseñadas e implementadas con una perspectiva que coloque en el centro el bienestar y los derechos de los niños migrantes, asegurando su protección, acceso a servicios básicos y oportunidades para un desarrollo integral y seguro.